El 21 de septiembre de 1968, Francisco Lebasque, promotor de la urbanización Planas del Rey, envió una carta oficial al Ayuntamiento de Pratdip. En dicha carta, expresaba claramente su intención de ceder al municipio las calles, redes de agua, alcantarillado, alumbrado público, así como las zonas comunes y los servicios de vigilancia.
Esta iniciativa respondía a una solicitud de los propietarios y tenía como objetivo, según él, mejorar la administración y la gestión de la urbanización.
Un paso sin consecuencias
Aunque esta carta constituye una prueba formal de la voluntad del promotor de transferir las infraestructuras al municipio, no se trataba de un acto jurídico definitivo. Era necesaria la aceptación del Ayuntamiento y la firma de una escritura notarial para formalizar dicha cesión, algo que, evidentemente, nunca se llevó a cabo en aquella época.
La carta también menciona que el Ayuntamiento podría utilizar las instalaciones de agua existentes mientras no se realizara la conexión de la urbanización a la red municipal, lo que pone de manifiesto la falta de integración completa de Planas en el tejido municipal.
Una oportunidad perdida
Este documento demuestra que ya en 1968 existían las condiciones para que Planas se integrara en el municipio de Pratdip.
Documento de origen
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