Una tubería rota, dos años de inacción

Desde hace casi dos años, los vecinos de una calle de Planas del Rey viven una situación intolerable: una tubería de evacuación de aguas residuales domésticas, dañada en varios puntos, deja escapar aguas pestilentes directamente a la vía pública. Este problema, que debería haber sido tratado con urgencia por las autoridades municipales, sigue siendo completamente ignorado hasta el día de hoy.

Una amenaza para la salud pública

No se trata de una simple molestia. Es un problema de salubridad pública. Las aguas residuales de las viviendas se vierten cada día al aire libre, desprendiendo olores nauseabundos y creando un entorno insalubre. En esta urbanización viven niños. Las aves beben de estas aguas contaminadas. ¿Acaso hay que esperar una crisis sanitaria para que se tomen medidas?

Vecinos abandonados a su suerte

A principios de 2024, algunos vecinos de la calle Magnolia decidieron tomar la iniciativa ante la falta de respuesta del ayuntamiento. Contrataron, a su cargo, una empresa especializada en desatascos de tuberías. Durante la intervención se encontraron todo tipo de residuos en la conducción obstruida. Desgraciadamente, esta acción solidaria no fue suficiente: pocas semanas después, la tubería volvió a obstruirse.

El impacto del abandono del espacio público

Esta recurrencia se debe, en gran parte, a la falta general de mantenimiento de la vía pública. Ante la ausencia de una gestión seria, las raíces de los árboles, sin control, perforan las tuberías subterráneas y agravan aún más el problema. Es un círculo vicioso alimentado por la indiferencia municipal que expone a los habitantes a constantes molestias y verdaderos riesgos para la salud.

Planas del Rey, una urbanización abandonada

Este drama cotidiano forma parte de un problema más amplio: el abandono generalizado de Planas del Rey. Esta urbanización, situada en el término municipal de Pratdip, en Cataluña, es sistemáticamente excluida del mantenimiento municipal. El ayuntamiento afirma que nunca ha “recepcionado” oficialmente la urbanización y, por tanto, no asume responsabilidad alguna. Pero este argumento administrativo no se sostiene ante una realidad evidente: las calles, infraestructuras y zonas verdes están registradas como propiedad municipal en el catastro de Falset.

Una respuesta política inaceptable

Nosotros, los vecinos de Planas del Rey, hemos contactado con la actual alcaldesa, la Sra. Carrillo, para exponerle la urgencia de la situación y sus consecuencias directas sobre nuestra salud y nuestro entorno. ¿Su respuesta? “No puedo hacer nada”. ¿Cómo es posible, cuando están en juego la seguridad, la salubridad y los derechos fundamentales de los ciudadanos?

Exigimos acciones concretas

Esta inacción por parte del ayuntamiento es una muestra evidente de desprecio hacia los habitantes de un barrio que, aunque marginado, paga sus impuestos (IBI) y simplemente reclama el derecho a vivir con dignidad.
Ya no podemos quedarnos de brazos cruzados. Debemos alzar la voz, alertar a las autoridades competentes, movilizar a los medios de comunicación y exigir responsabilidades a quienes nos gobiernan.

¡Planas del Rey merece algo mejor!

No pedimos lo imposible: solo que la vida en Planas del Rey sea digna, saludable y respetada.

JM Delchef

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