En un artículo publicado el pasado 18 de junio en el Diari de Tarragona, la alcaldesa de Pratdip, Sílvia Carrillo, justifica su inacción en Planas del Rey explicando que la urbanización nunca ha sido recepcionada oficialmente por el municipio. No obstante, añade que en caso de emergencia, el ayuntamiento debe intervenir.
Entonces, ¿qué se considera una emergencia para el ayuntamiento de Pratdip?
Desde hace semanas, los vecinos de la calle Magnolia denuncian una situación especialmente preocupante: un tubo de evacuación de aguas residuales está roto en dos puntos, lo que provoca que las aguas sucias se derramen continuamente en la calle. Esta fuga ha sido comprobada por los vecinos, fotografiada y denunciada en varias ocasiones.
El pasado 19 de mayo, la alcaldesa se desplazó personalmente al lugar. Pudo comprobar con sus propios ojos el lamentable estado de las infraestructuras y la presencia de aguas residuales al aire libre.
Desde entonces, no se ha tomado ninguna medida concreta.
La fuga continúa. Las aguas contaminadas siguen fluyendo por la calle, con todos los riesgos sanitarios que ello conlleva.
Salud pública e inacción municipal
Conviene recordar que permitir que las aguas residuales se derramen en la vía pública constituye una grave amenaza para la salubridad pública, reconocida por la legislación. La presencia de agentes patógenos, bacterias y virus en estas aguas expone directamente a los vecinos a importantes riesgos para la salud.
El discurso del ayuntamiento, que se escuda en la falta de recepción oficial de la urbanización para justificar su inacción, resulta difícilmente defendible.
Sobre todo cuando el propio ayuntamiento reconoce en la prensa que en caso de emergencia está obligado a intervenir.
Entonces, ¿hay que esperar una contaminación, un accidente o, peor aún, una tragedia humana para que esta situación sea finalmente considerada una emergencia en toda regla por las autoridades?
Los vecinos de Planas tienen derecho a esperar algo más que palabras: exigen hechos.
SOS Planas
